Me lo he propuesto, pero no puedo sacarte de mi mente porque no sales de mi corazón. Porque lo más difícil suele ser lo más deseado y lo más querido, y a mí nunca me ha gustado rendirme.
Pero las fuerzas empiezan a flaquearme, de repente estás y de repente, no. De repente todo es maravilloso y de repente vuelves a desaparecer sin dar noticias.
Así no puedo continuar, así sólo me hago daño yo. Y no puedo estar eternamente en este estado de incertidumbre.
Tengo que olvidarte...
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