Porque a la vida siempre hay que ponerle un punto de locura. Porque puedes estar toda la vida siendo "buena" y a la larga te das cuenta que algo falta.
Porque los esquemas te pueden cambiar en un instante y una noche de juerga improvisada se convierte en una noche LEGENDARIA.
Porque las locuras equilibran al más cuerdo, y en mi vida, no han hecho más que empezar...
(foto: cartel de true blood)